Alrededor de un centenar de personas acudieron a las instalaciones del aeropuerto internacional Ponciano Arriaga que se localiza en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, el motivo era saludar a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, que realiza gira por la entidad potosina. Llegó en vuelo privado y fue recibida pasadas las 10:30 de la mañana por el gobernador del Estado, Ricardo Gallardo Cardona en la zona de hangares. Habló con El Sol de San Luis e indicó estar muy bien después de que esta por cumplir un año como presidenta electa.
Habitantes de la capital potosina, fueron convocados por autoridades locales para esperarla en el aeropuerto, según indicó una de las señoras que fue desmañanada para este encuentro. Se quejaba porque estaban esperándola desde antes de las 8 de la mañana, pues quienes la invitaron, pensaron llegaría por vuelo comercial.
Los diputados César Lara, Dolores Robles, y Luis Castro del Partido Verde Ecologista de México, PVEM, fueron los que llevaron la comitiva de ciudadanos al aeropuerto para darle un cordial recibimiento a la mandataria de la nación. Los integrantes del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, no se veían en la zona de espera. Ni un solo personaje de ese instituto político la esperaba como es la costumbre.
La gente cansada de la desinformación, buscaba cualquier sitio para resguardarse y tomar un descanso de tanta espera. Las sillas eran insuficientes, así que el frío suelo fue el aliado ideal para muchos. El aburrimiento bombardeó a los niños y decidieron subir y bajar del único elevador de la central aérea de los potosinos, a manera de curiosidad por la novedad de este dispositivo de transporte.
Se cuestionó a las mujeres que esperaban en el aeropuerto sobre el motivo de su asistencia al lugar y argumentaban que querían saludarla y que venían de varias colonias de la capital potosina. Otros, afirmaban no saber a qué iban.
Los murmullos se apoderaron del aeropuerto, pues no había definición de la llegada de la presidenta, los propios legisladores desconocían los datos del arribo. Hasta los propios trabajadores del aeropuerto afirmaban que se habían chamaqueado a los legisladores que traían su comitiva de ciudadanos porque los tenían esperando en la zona llegadas nacionales. En tanto la prensa bien informada se encontraba en la zona de hangares.
A las 10 de la mañana, fueron cerradas las puertas de aduana por elementos de la Guardia Civil y por el Ejército Mexicano en la zona de aduanas y del hangar, donde la esperaba el mandatario estatal en una camioneta Ford oscura, además de la comitiva de protocolo del gobierno del Estado. En todo momento, las puertas permanecían cerradas y había total hermetismo.
Sin casi nada de prensa en el lugar, y muchos acarreados, ocurrió la llegada de la presidenta de la nación quien tuvo oportunidad de detenerse para saludar y platicar con los que acudieron para verla aunque sea de lejos.
Atendió a El Sol de San Luis que le cuestionó sobre que está próxima a cumplir un año de que fue electa y argumentó sentirse contenta “bien muy bien”, sobre la derogación de la Ley General del ISSSTE, que tanto están exigiendo los docentes de Telesecundaria y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE, comentó que de ese tema habla en la Mañanera. También alabó el trabajo del mandatario estatal expresó “aquí, trabajamos muy bien con él”.
Respondió a una petición ciudadana que le solicitó eliminar la Ley que prohíbe comida chatarra en las escuelas y riéndose sentenció que no puede hacerlo, porque la comida engordadora “hace mucho daño a la salud, el azúcar hace mucho daño”.
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